94. NARRACIÓN DIGITAL EN EL AULA
Por Jason OhlerTraducción para EDUTEKA: Beatriz Salazar de Mendoza
Para EDUTEKA es motivo de orgullo tener una vez más la oportunidad de traducir y publicar apartes del último trabajo (2008) del Doctor Jason_Ohler. Pionero y experto en Narrativa Digital. En el pasado, publicamos ya, traducidos al español, otros dos de sus trabajos, lo que nos permitió establecer con él un vínculo cercano. En este capítulo introductorio de su libro “Narraciones Digitales en el Aula”, puntualiza una serie de aspectos a tener en cuenta cuanto se trabaja en el aula con estas narrativas. Los puntos que menciona, fruto de su experiencia de más de 25 años tanto en ambientes escolares como en formación de docentes, se presentan como veinte revelaciones clave con las que demuestra como las narraciones digitales permiten trabajar de manera trasversal en el desarrollo de habilidades en diseño, planeación, trabajo colaborativo, creatividad, pensamiento crítico, manejo competente de información (CMI), alfabetismo en medios y uso efectivo de las TIC. Por último, queremos apelar a nuestros lectores/usuarios que tengan contacto con compañías editoriales para que les planteen la posibilidad de traducir y publicar el libro completo ya que creemos que es una obra que amerita ser conocida, estudiada y utilizada en sus prácticas por todos los docentes iberoamericanos.
CONFESIONES DE UN DOCENTE DE NARRACIÓN DIGITAL
Veinte revelaciones sobre Narración Digital en Educación
Había una vez, hace mucho tiempo, en los tempranos y oscuros días de la era digital (alrededor de 1980), cuando Internet era un club de información secreta para empleados del gobierno, los íconos eran símbolos religiosos y los iPods eran recipientes en los que venían las cápsulas, los pioneros en el uso de la tecnología digital (Tecnologías de la Información y la Comunicación - TIC) empezaron a utilizar las herramientas imperfectas de su época para crear lo que hoy en día conocemos como narraciones digitales [1].Unas décadas más tarde, la mayoría de nosotros se ha involucrado con la narración digital (ND), muchas veces de forma inconsciente, al utilizar las nuevas y poderosas herramientas, que ahora damos como hecho común en nuestras vidas, y satisfacer la necesidad ancestral de darle voz a nuestra narrativa. Las narraciones digitales son simplemente la más reciente manifestación de una de las actividades más antiguas del ser humano: el relato de historias o cuentos. Como la última ola de innovación tecnológica nos arrolla permanentemente, quizás tranquilice saber que algunas cosas no cambian. Una de ellas es nuestra necesidad de contar historias que viene desde la prehistórica época de las cavernas y llega hasta la era postmoderna de los digitadores en teclado de computador.
MI CELULAR CUENTA HISTORIAS
De una cosa estoy seguro sobre las tecnologías futuras y es que siempre encontraremos la manera de contar historias con ellas. Mi teléfono celular es un buen ejemplo. Cuando timbra, se escucha una música creada por mí y aparece en la pantalla una presentación de diapositivas que cuenta la historia sencilla de un viaje que hice con mi esposa al sureste de Alaska. Sin lugar a dudas esto es algo muy nuevo. De hecho, si hace 25 años le hubiera dicho a alguien que dentro de otros 25 yo podría hacer algo así, me habría considerado loco. Y hace trescientos años, me habrían quemado en la hoguera por considerarme brujo.
Pero el hecho de que yo haya encontrado la forma de utilizar mi celular para contar una historia, podría parecer además algo a la vez anticuado, predecible y alentador. Antes que nada, somos criaturas narradoras, que utilizamos las historias para hacer cosas esenciales, por ejemplo enseñar a otras personas algunas habilidades básicas, construir comunidades, divertirnos, ponernos en paz con el mundo y cultivar un sentido de identidad personal. Las tecnologías digitales van y vienen, pero las historias permanecen. Y como veremos, en muchos sentidos lo que hace a las historias efectivas, característica consistente también al paso de los años, es un hecho que nos puede servir de apoyo cuando vayamos a hacer una narración utilizando tecnologías que en cierta forma nos pueden distraer. La segunda parte del libro indica cómo realizar una narración efectiva, habilidad posible de desarrollar en la medida en que las TIC sean más poderosas.
Revelación #1De una cosa estoy seguro sobre las futuras tecnologías digitales y es que siempre encontraremos la manera de contar historias con ellas.
LOS ALBORES DE LA NARRACIÓN DIGITAL
A pesar de que en los inicios de la era de la información contábamos historias utilizando la tecnología digital, esto no era nada fácil. Hay que reconocer que los primeros computadores no eran muy amigables, cuando de contar historias se trataba. Los computadores Apple IIe que mis estudiantes y yo utilizábamos a principio de los años 80, arrancaban con el lenguaje de programación BASIC. Esto quiere decir que al iniciarlos, aparecía un cursor que titilaba y que esperaba que le escribieran líneas de código de programación para generar de la nada una aplicación de computador. Y ciertamente esto requería mucha creatividad, ya que el software como lo conocemos hoy en día no existía.
Revelación #2
La revolución digital habría sido una revolución de la narración si los primeros computadores hubieran arrancado con un procesador de texto en lugar de hacerlo con un lenguaje de programación.
IMAGÍNESE LOS COMPUTADORES SIN SOFTWARE
¡Es difícil creerlo, pero en los inicios de los años 80, casi no había software! Las herramientas de software, que hoy conocemos y damos por hecho, tales como Procesadores de Texto, Hojas de Cálculo y programas de Edición de Imágenes, eran realmente cosas del futuro. Y aunque la programación nos interesaba a unos pocos, esta situación nunca me detuvo para utilizar los computadores como máquinas de narrar historias. Uno de los primeros trabajos que asigné a mis estudiantes de bachillerato, fue escribir un programa de computador que contara una historia sobre los valores y principios que guiaban sus vidas. A pesar de los teclados macizos, las pantallas borrosas y el software poco sofisticado, la luz de sus historias brilló a través de ellos. He estado involucrado con la Narración digital (ND) desde los inicios de los PC, y a pesar de que las herramientas han cambiado drásticamente a lo largo de los años, la esencia de una buena historia, así como la necesidad de contarla, no lo han hecho.
INICIO DE LA ERA DE LAS TECNOLOGÍAS DIGITALES DE APOYO
Me gusta catalogar las herramientas de la era digital como “tecnologías de apoyo o ayuda para personas con carencias artísticas”. Ellas nos brindaron, a quienes no aprendimos a usar la máquina de escribir, tocar el piano o manejar un pincel, la oportunidad de narrar historias.
Revelación # 3
La tecnología digital es una tecnología de apoyo para quienes tienen carencias artísticas.
De hecho, si yo tuviera que resumir la era digital en una frase, sería ésta: “Finalmente, cada uno puede contar su propia historia y a su manera”. Las cámaras digitales, los programas de dibujo, los teclados para música y los procesadores de texto, así como todas aquellas otras tecnologías que estarán por aparecer y que en el momento no podríamos siquiera imaginar, nos ofrecen nuevas formas de personalizar métodos de autoexpresión. Podemos explorar nuevas formas de comunicación sin mayores consecuencias serias, pues nos permiten trabajar una idea, y luego, con la milagrosa ayuda de la edición, cambiar esta idea, algo muy difícil hacer si se usa una máquina de escribir o un pincel. Y, gracias a la Web 2.0 (nombre comúnmente usado para describir el estado actual de evolución de Internet, como conjunto de herramientas de distribución, colaboración y participación), tenemos un escenario internacional para las historias que narramos.
Revelación #4
La revolución digital en una frase: Todos terminamos narrando nuestra propia historia, a nuestra manera.
EL ARTE SE POSICIONA COMO LA CUARTA R
De hecho, debido principalmente a Internet y a la necesidad de un Esperanto internacional [2] para nuestra aldea global, es que el arte se está convirtiendo en la_cuarta_R dentro del proceso educativo y que “la historia” se está transformando en un formato clave para la comunicación global. Puesto que hoy en día esperamos que los estudiantes produzcan trabajos escolares multimediales para sus asignaturas (materias), incluyendo páginas Web, presentaciones multimedia (Power Point) y narraciones digitales, el lenguaje del arte y del diseño ocupan cada vez más un lugar preponderante. El arte, que una vez fue difícil de digerir para el común de las personas, se está convirtiendo ahora en un asunto tan importante para el éxito laboral y el logro personal, como las otras tres Rs (Matemáticas, Lectura y Escritura, que en inglés se denominan las 3Rs).
Para acceder a más información sobre el Arte como La cuarta R, lo invito a visitar el portal http://www.jasonohler.com/fourthr o a leer el artículo en español “Arte: La cuarta competencia básica en esta era digital”).
Revelación #5El arte es la cuarta R
VISIÓN DE LA REVOLUCIÓN DIGITAL A TRAVÉS DEL PROCESO CREATIVO
¿Es usted conciente de esos momentos especiales en su vida cuando de pronto todo cambia? ¿Por ejemplo cuando se da cuenta que sus padres alguna vez tuvieron su edad? ¿O que la mascota que usted tanto quiere algún día morirá e irá al cielo de las mascotas? Ser docente de ND me ha proporcionado algunos de esos momentos que me han cambiado profunda e irrevocablemente como maestro, amigo, investigador, ciudadano, productor creativo y humanista digital.
Voy a presentar primero algunos antecedentes.
PANTALLAS BORROSAS Y TECLADOS RUIDOSOS
En 1981 me enfrenté como profesor a mi primer computador. En realidad éstos no parecían computadores, sino más bien pequeños tanques de guerra. Sus teclados sonaban como martillos hidráulicos y los monitores eran tan borrosos, que personas con una visión perfecta, pensaban inmediatamente que necesitan lentes. Pero funcionaban y eran el inicio del excitante viaje hacía el desarrollo de herramientas de expresión personal. La distancia que en ese camino hemos recorrido en dos décadas es verdaderamente sorprendente.A pesar de haber acogido el incremento en la capacidad de expresión de los estudiantes de narrativa digital, lograda por la evolución de las herramientas gráficas, audiovisuales y de otro tipo, hace ya varios años descubrí algo interesante: en la medida que la tecnología se volvía más poderosa, muchas de las historias de mis estudiantes perdían fuerza. Algunos estudiantes parecían entender en forma intuitiva la nueva tecnología, y la usaban de manera poderosa y artística, pero otros no lo lograban. De hecho, para estos últimos, los componentes digitales de sus historias, empeoraban. Escuchaba en mi mente el eco de las palabras de mi profesor Marshall McLuhan: la tecnología es un amplificador.
MCLUHAN SIEMPRE PRESENTE
De una parte, un auto o vehículo por ejemplo, aumenta el poder de carga de nuestras espaldas pues nos permite mover un peso mayor; multiplica nuestros pies pues nos permite desplazarnos más rápidamente; aumenta nuestra visión nocturna pues nos da luz. De la otra, aumenta nuestra capacidad de contaminar, de generar ruido y de no ver el paisaje que nos rodea, pues nos movemos demasiado rápido para apreciarlo. La tecnología amplifica unos factores y minimiza otros. Y lo que yo estaba observando en mi clase de narrativa digital constituye buen ejemplo del efecto que debido a la tecnología, producen esos factores.
Como docente, mi preocupación principal era ayudar a aquellos estudiantes que tenían dificultades. Y a medida que trabajaba con ellos, se me hizo evidente una revelación: si uno no tiene una buena historia para contar, lo que hace la tecnología es aumentar esta evidencia. O, para ponerlo en el lenguaje de una persona que creció en los años sesentas (o antes): ¿Qué pasa cuando se le da un amplificador más potente a un mal guitarrista?
No me malinterprete, la verdad es que disfruté mucho la música en los años sesentas. Pero mucha de ella era ruidosa y bastante mala. Lo sé porque contribuí a esto ya que conformé mi primera banda a los 12 años; se llamaba “Jason y los Argonautas”. Éramos ruidosos y muy malos.
Revelación #6
¿Qué pasa cuando se le da un amplificador más potente a un mal guitarrista.
CÓMO ENCONTRAR LA HISTORIA, A PESAR DE LA TECNOLOGÍA
Como profesor de Narraciones Digitales [1] me propuse hace muchos años darle prelación a la capacidad de narrar sobre la competencia técnica en los trabajos de mis estudiantes. Esto significa que ante todo yo quería asegurar que ellos comprendieran qué era una buena historia, antes de sentarse a usar todas las magníficas herramientas tecnológicas a su disposición. Comencé por incorporar las bases de la narrativa en todas las clases en las cuales la narración fuera un tema. Además, llevé a las aulas un narrador para enseñarles cómo contar en público una historia de manera oral tradicional. Ayude luego en la transición de sus historias orales a digitales, poniendo las herramientas al servicio de la narración de la historia y no al contrario. De esta manera las historias de los estudiantes mejoraron considerablemente. Desde entonces, y como resultado de estos descubrimientos, introduje algún tipo de entrenamiento en el arte de la narración en todos los seminarios que doy.
Revelación #7
Es una responsabilidad especial de los docentes asegurarse que los estudiantes utilicen la tecnología para apoyar la narración de la historia y no al contrario.
LA IMPORTANCIA DE LAS COMUNIDADES DE APRENDICES
Obviamente yo quería contarle a otros mi descubrimiento. Un día, cuando estaba explicando mis experiencias a un grupo de educadores, me di cuenta que estaba utilizando historias para hacerlo. Cuando esos educadores debatían mis ideas, también lo hacían contado historias, la mayoría, según ellos, de sus fracasos en la lidia con las TIC y su enseñanza. Nadie hacía referencia a investigaciones: en su lugar todos narraban historias.
En ese momento otra revelación me golpeó: las comunidades de aprendices son primordialmente comunidades de narradores. Las historias penetran nuestra fibra social y tienen la función principal de enseñar a otros, formal o informalmente. Analizándolo, muchas de las comunicaciones entre las personas, bien sea en las aulas de clase, en las oficinas, en los espacios de reuniones sociales o entre comunidades en la Web, se basan en la narración de historias. Me percaté entonces de que a mí alrededor rondaban una cantidad de historias, como una especie de oxígeno social, emocional, psicológico y espiritual que todos respirábamos para mantenernos vivos. Entendí entonces que nuestra dependencia de las historias era profunda y penetrante y que narrarlas con ayuda de las TIC amplifica este hecho.
La siguiente revelación se manifestó al poco tiempo y tuvo que ver con nuestra relación con el flujo de información de la era digital, especialmente en dos aspectos: la velocidad de cambio de la información y la naturaleza inherentemente conflictiva de la información que consumimos en la “esfera de la información”; esa gran amalgama de recursos informativos (Internet, televisión, radio, etc.) en la cual estamos inmersos y que damos como un hecho cierto, casi como el aire que respiramos. Estos puntos requieren alguna atención.
Revelación #8
Las comunidades de aprendices son comunidades de narradores.
EL APRENDIZAJE CONTINUO Y LA VELOCIDAD PRODIGIOSA DEL CAMBIO DE LA INFORMACIÓN
Existe un término relativamente nuevo que se usa ampliamente en nuestros días relacionado con la acelerada velocidad de cambio en la era digital: aprendizaje continuo. Significa que nunca podemos detenernos en nuestro proceso de aprendizaje, puesto que la velocidad del cambio no nos lo permite. Pero la realidad es que el aprendizaje continuo ha sido siempre una forma de vida. Hace 50 años las personas también estaban aprendiendo continuamente. Sin embargo, la velocidad del cambio era mucho menor y por lo tanto la necesidad de aprender nuevas cosas era menos exigente. Cuando se dan pocos cambios, hay poco por aprender. La baja velocidad de cambio aseguraba la permanencia de una posición estable en el esquema de las cosas.
Pero esto ya no es así. Internet y otras formas de comunicación mediática tradicional como radio, televisión, periódicos y revistas siguen su curso como si no hubiera un mañana, el aprendizaje permanente se ha convertido en un estilo de vida progresista, inmediato y profundo. Resultado de lo anterior es que la actitud se ha convertido en la aptitud. Esto significa que su actitud hacia el aprendizaje de nuevas cosas –así como su disposición a olvidar información obsoleta- juegan un rol importante en la definición de su aptitud e inteligencia. La narración digital representaba una de esas áreas que pone a prueba las actitudes de los educadores hacia la naturaleza del aprendizaje, no solamente en términos de las herramientas, sino también en términos del tipo de alfabetismo y comunidades educativas que ellos querían apoyar. Para los más conservadores la ND era como mínimo una confusa pérdida de tiempo y como máximo, una seria amenaza al “status quo”. Todo es asunto de actitud.
Revelación #9
La actitud es la aptitud.
EL CONFLICTO CON LA INFORMACIÓN CONDUCE A VARIEDAD EN LAS HISTORIAS
Hace 50 años la información no solamente cambiaba más lentamente sino que era de naturaleza menos contradictoria. La información a la que teníamos acceso, proveniente de unas pocas fuentes, se ajustaba mejor al esquema coherente que teníamos sobre la forma en que estaba organizada la vida. ¿Quiere saber cómo comportarse? Lea un periódico, vea en televisión por cable, en alguno de los tres canales disponibles, el programa “Déjeselo a Beaver” [3], o hable con sus padres. Comparado esto con los tiempos actuales, había una cierta consistencia en las normas de comportamiento social, hechas públicas a través de los pocos canales de información disponibles. Parecía como si una visión única del mundo la coordinaran los pocos medios que controlaban la distribución de la información. Si yo fuera paranoide por naturaleza, habría sospechado que había una conspiración.
Pero esa visión desapareció. La información a la que accedemos hoy es más libre y controversial. Escoja un tema, cualquiera que este sea y salga a la autopista de la información. En ella encontrará tantos puntos de vista como personas interesadas en expresar su opinión sobre el tema, a través de portales en la Web, salones para chatear, cámaras de video y otras miles de formas existentes para intercambiar información. ¿Qué pasó con el esquema social coherente del cual dependían nuestros padres? Desapareció, dándole paso a nuestro derecho a ser informados, quizás abrumados y libres para escoger nuestros propios rumbos. En una era de información contradictoria, estar en capacidad de asimilar_información_de_manera_crítica, en lugar de aceptarla sin ningún cuestionamiento, se ha convertido en una habilidad de supervivencia. La expectativa social de ver a los niños, sin escucharlos, ha dado paso a la posibilidad de convertirlos en pensadores_críticos y capaces de resolver problemas en forma creativa, debido esto en gran parte a las exigencias impuestas por la naturaleza contradictoria de la información.
LAS PERSONAS EN CONFLICTO NECESITAN CONTAR SUS HISTORIAS
Un resultado automático de convivir con el conflicto o contradicción de la información en la era digital es nuestra necesidad de contar historias. Como veremos más adelante en este libro, el corazón o meollo de la mayoría de las mejores historias, se encuentra en la solución de un conflicto. En la medida en que luchamos por darle sentido a la cacofonía de información que nos bombardea, la necesidad de construir una narrativa personal que aclare e inspire y que este conectada con el mundo en que vivimos, se vuelve crítica. En el lenguaje narrativo, cada uno de nosotros debe convertirse en el héroe de su propia historia y poder sobrepasar la confusión a la cual nos enfrenta la “esfera de la información”, se convierte en nuestra búsqueda, a medida que resolvemos los eventos que tenemos que enfrentar. En el proceso podemos esperar destinar gran cantidad de tiempo y energía para matar al dragón de varias cabezas del miedo, la ignorancia y la distracción.
Fue así como caí en cuenta que la “historia” se había convertido en la metáfora de nuestros tiempos – no solamente para la educación, los negocios y el entretenimiento, sino también para nuestras propias vidas, a medida que nos vamos adaptando a la era digital. La misma estructura narrativa utilizada por la mayor parte de nuestros medios masivos de comunicación se puede usar para entender y resolver conflictos, explorar oportunidades y superar obstáculos.
Revelación #10
Las historias nos ayudan a darle sentido a lo caótico de la vida.
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