ROGER CHARTIER
El destacado historiador se encuentra participando en las II Jornadas de Historia de
las Mentalidades convocadas por la Universidad de Chile. De paso, el viaje le sirvió para cerrar un capitulo personal de su vida.
Por Mario Rodríguez Ordenes
Periodista
excitatus@gmail.com
Agosto 2006
Periodista
excitatus@gmail.com
Agosto 2006
"Me produce una profunda emoción estar en Chile", precisó el historiador Roger Chartier durante la conversación con Vértice2000. "Como muchos de mi generación fuimos impactados por los acontecimientos del 11 de Septiembre de 1973. La Moneda bombardeada; el funeral de Pablo Neruda, son imágenes que no se han borrado de mi memoria. Y, ciertamente, con este primer viaje a Chile he cerrado un ciclo de mi vida".
Roger Chartier, - Lyon, 1945 – está considerado como uno de los más relevantes representantes de la última generación de la Escuela de los Annales. Su trabajo historiográfico se ha centrado en los últimos años en la historia cultural e intelectual, especialmente, en el estudio de la articulación de lo escrito, el libro como objeto impreso y las prácticas de lectura. "No soy un historiador del presente. Mis intereses están vinculados a los siglos XVI – XVII y XVIII", dice mientras apura un vaso de agua mineral . Profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en París, Chartier también pasa parte del año en Universidades de Estados Unidos. Pese a ello tiene una mirada crítica sobre su tiempo… "Es inevitable", dice, mientras comenzamos la conversación.
LAS MENTALIDADES
Roger Chartier estuvo participando en las II Jornadas de Historia de las mentalidades, Organizadas por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, en homenaje a Rolando Mellafe Rojas. "Valoro mucho el esfuerzo de la Universidad de Chile por realizar este encuentro y me sorprendo por la nula ayuda que recibieron de la embajada francesa en Santiago. Es una vergüenza".
Decisiva en la formación de generaciones de historiadores chilenos, Chartier indica que "la influencia de los Annales en Chile se entrecruzó con otras lecturas, como la aplicación del psicoanálisis, de acuerdo al modelo estadounidense, algo no tan utilizado por los franceses. Esto se puede ver, por ejemplo, en la obra del profesor Mellafe y resulta muy interesante"
¿En qué momentos está actualmente la Escuela de los Annales?
"Hoy resulta difícil de hablar de la Escuela de los Annales como algo homogéneo. El mundo de los historiadores en la actualidad es muy diverso y múltiples estudiosos siguen diversas líneas. Lo que si se mantiene es el impulso inicial en un mundo muy fragmentado y que cruza fronteras".
LOS SUEÑOS DEL 68
Roger Chartier rememora que la experiencia chilena del 73 fue muy importante para su generación, "porque satisfacía el anhelo de alcanzar una democracia más abierta respetando los principios democráticos. Algo, ciertamente, muy presente en el movimiento del año 1968"…
Un mundo más optimista
"Sí. En esos años era clara la yuxtaposición de un deseo de libertad con algunas experiencias políticas autoritarias, como sucedía en China. Algo al que nadie podía aspirar. Y eso explica la atracción de lo sucedía en Chile y que se interrumpió abruptamente en 1973".
¿Su mirada hacia el mundo es un tanto pesimista?
"No. Siempre podemos tener un pensamiento crítico que permita una relación más lúcida con el mundo en que vivimos. Y estoy convencido que hay posibilidad real, aun que un tanto limitada, de transformar las manera de pensar, y de modificar el funcionamiento de las instituciones".
De haber nacido antes de 1945 sería más pesimista…
"Es verdad… Nací en diciembre de 1945 y ese no es un detalle menor. Mi horizonte de pensamiento está más marcado por el movimiento de 1968".
OFICIO Y OBRAS
Autor de una obra conocida mundialmente, Roger Chartier ha escrito, entre otros libros, "El mundo como representación" (Gedisa, 1992); "Libros, lectores y autores" en la Edad Moderna" (Alianza,1993), El Orden de los Libros: lectores, autores, bibliotecas en Europa entre los siglo XV y XVIII", (Gedisa, 1994), "Espacio publico, crítica y desacralización: los orígenes culturales de la revolución francesa", (Gedisa, 1995)…
Roger, en todos sus libros precisa que "no sólo hay que estudiar el significado de los textos"….
"Exactamente. Mi análisis parte considerando la materialidad de los objetos culturales y de su participación en los procesos sociales. Y claramente no sólo hay que estudiar el significado de los texto, sino del fenómeno de apropiación"…
¿En qué consiste este fenómeno?
"La apropiación implica un uso y unas prácticas alrededor de los objetos culturales dentro de un determinado contexto histórico. En su dimensión material, los objetos culturales – no solamente los libros – son producidos, transmitidos y apropiados. Este es mi campo de trabajo como historiador".
¿Cuál es la línea reflexiva implícita en su obra?
"Surge de la reflexión de cómo lo escrito, desde fines de la Edad Media, transforma toda la cultura europea, difunde nuevas formas de socialización y nuevos modos de estar en el mundo. La sociedad modifica sus comportamientos, en tanto los libros transmiten reglas y prescripciones públicas e imponen nuevas prácticas en la intimidad".
EL LECTOR CONTEMPORANEO
En un proceso de cambio el libro juega un rol fundamental…
"Claro, porque la palabra viva y lo escrito son la manera de comunicar este pensamiento crítico. Cuando se construye un saber irrumpe la necesidad de compartirlo. Y en ese aspecto el libro es esencial para democratizar el conocimiento. Un libro, por cierto, que tiene distintos soportes…".
Usted apunta a que la apropiación es un fenómeno muy dinámico…
"Efectivamente. Pensemos en una obra escrita, su forma de publicación y el sentido que le da el lector… En este proceso siempre hay una tensión. Además, a diferencia de la escritura, la inmensa mayoría de las lecturas no deja huellas y esa es la dificultad para el historiador, que debe recorrer las diferentes situaciones de producción y recepción de los textos…".
Señala usted que el lector siempre tiene la posibilidad de hacer propia esa lectura, de darle su propio sello…
"Exactamente. El lector tiene ciertas imposiciones, como la forma material del libro; las formas sociales de lectura de su comunidad… De esta manera la libertad de la lectura siempre está constreñida, pero al mismo tiempo siempre hay un espacio para el lector, para un viraje…".
Eso implica que estamos a salvo de un mundo mencionado por George Orwell, en "1984" un mundo totalitario en extremo…
"Espero que sí. En los años 60 y 70 se creía en la fuerza todopoderosa de los mass media. Afortunadamente no es así. Los lectores siempre pueden, aunque no necesariamente lo hagan, interpretar de una manera inesperada el texto…".
EL DESAFIO DIGITAL…
El lector contemporáneo tiene la particularidad de hacer posible lo que postulaba Kant, es decir, cada lector puede como escritor, lector, participar en un diálogo extendido a la dimensión de un espacio público universal en propuesta de transformaciones…
"El lector contemporáneo es clásico al leer el diario impreso en su soporte tradicional, pero también tiene otro soporte, el digital… Además, tiene una materia legible infinita… Todo ello hace complejo definir al lector contemporáneo… Pero si puedo decir, que contrario a lo que se dice comúnmente, nunca se ha leído más que ahora… El problema es cómo se lee, qué se lee y por qué se lee".
¿Y qué pasa realmente?
"Hay un desplazamiento de lectura hacia otros soportes para la lectura"…
Tanta posibilidad de leer deja poco tiempo para la reflexión…
"Ese es uno de los problemas. Como le decía el problema no es la falta de lectura, sino que falta un orden de los libros. En el mundo de los libros impresos es claro que se le va a otorgar criterio de conocimiento verdadero a trabajos universitarios, ¿pero en el mundo electrónico tenemos un mundo infinito en que no hay posibilidad de discriminar".
¿Cómo elegir para que no resulte una restricción autoritaria?
"Las instituciones democráticas: Escuelas, Mass Media, Bibliotecas son instrumentos que pueden desempeñar este papel pedagógico para descifrar el orden de los libros…".
Le insisto, ¿siempre hay un peligro totalitario?
"Depende de las situaciones. Pienso que en el diagnóstico un poco sombrío que podemos tener del mundo contemporáneo algo que debería tranquilizarlos es que ese peligro era más evidente en los años 30 o en los años 70, como lo hemos visto en América Latina".
LAS DESIGUALDADES…
Roger Chartier sostiene que es decisivo para afianzar una sociedad democrática "el uso gratuito de la red electrónica para la comunicación entre las personas, para la construcción de un espacio público o para la difusión del saber".
Sin embargo, es imprescindible superar las grandes desigualdades en el acceso a las nuevas tecnologías…
"Es vital superar las desigualdades de acceso a la tecnología en una sociedad dada. Desigualdades que son económicas y culturales. Hace poco tiempo un estudio demostraba que el cincuenta por ciento de las direcciones electrónicas están ubicadas en países de lengua inglesa lo que no refleja el equilibrio demográfico en el mundo".
Roger Chartier concluye que la idea de una universalidad de un conocimiento compartido es posible, pero debemos reflexionar acerca del acceso posible a ella y la jerarquización de los textos.
¿Es un tiempo esperanzador?
"Es un tiempo de maravillosas oportunidades para democratizar el conocimiento. Y eso sería un gran avance en la humanidad".
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